Izquierda Unida Aragón se suma a las voces que claman contra las violencias machistas, que reivindican medidas contundentes para acabar con esta lacra social y que llegue a considerarse una cuestión de Estado. Hoy, 25 de noviembre, día Internacional contra la violencia hacia las mujeres, la Coordinadora de Mujeres Feministas de Zaragoza, de la que IU forma parte, convoca una concentración “No morimos, nos matan” a las 19.30 h en la plaza de España en la que participará una delegación de la formación política y social encabezada por su portavoz en las Cortes, Patricia Luquin, y la representante de IU en la Coordinadora, Paloma Lafuente.

“Las cifras en este país son estremecedoras: 93 mujeres asesinadas, según cifras de la feminicidio.net”, lamenta Patricia Luquin para quien el 25 de noviembre es un día de protesta y reivindicación y también un día de solidaridad y deseo de conquistar una auténtica igualdad entre mujeres y hombres.

“La violencia machista supone un grave problema social, una ruptura de la democracia, una expresión del patriarcado que supone la manifestación e institucionalización del dominio masculino sobre las mujeres y todo lo que no sea ser hombre”, denuncia la diputada para animar a la ciudadanía a participar en las movilizaciones convocadas en Zaragoza, en Huesca, en Teruel, en la Almunia de Doña Godina, en Alcañiz, etc., en una rebeldía colectiva de la ciudadanía contra cualquier tipo de violencia contra las mujeres.

Desde IU reivindican que la lucha contra las violencias machistas deber ser una prioridad política y no una nota irrelevante de los discursos y reclama que su erradicación sea una cuestión de Estado, “porque solo con políticas reales y efectivas por la igualdad y contra la violencia hacia las mujeres podremos hacer frente a esta lacra”, añade para reiterar que “se tienen que destinar esfuerzos y presupuestos suficientes para, que social e institucionalmente, exista Tolerancia Cero contra la desigualdad y la violencia contra las mujeres”.

Por su parte, Paloma Lafuente considera que la política y la cultura patriarcal es la responsable de que las mujeres sigamos soportando una violencia que no cesa. En su opinión, “no sólo el trágico balance de asesinatos en lo que llevamos de año en nuestro país demuestra que la violencia sexista sigue asentada como parte normalizada de la ‘convivencia’, sino que los datos específicos y concretos de manifestaciones violentas contra las mujeres, nos llevan a concluir que los gobiernos no responden adecuadamente contra esta lacra”. “La violencia –continua- agrede la vida de las mujeres en todos los espacios, en todas las situaciones sociales, territoriales, culturales, incluso económicas. La violencia recorre nuestras vidas; el uso de nuestros cuerpos (explotación sexual, prostitución, vientres de alquiler,..), incluso algunos, pretenden regularlo y normalizarlo”.

Izquierda Unida tacha el feminismo como “imprescindible” en una alternativa política global e integradora, en la que los seres humanos tienen la posibilidad de vivir y convivir bajo los modelos de libertad, respeto, justicia e igualdad. En este sentido defiende que, sólo una sociedad fundamentada y asentada en la igualdad real, impediría que la crisis económica pudiera servir de pretexto o explicación de que en todos los lugares del mundo, las mujeres sigamos teniendo menores salarios en iguales trabajos y menos oportunidades; que la mayoría de las responsabilidades domésticas y de cuidados recaigan sobre ellas; que la representación en los ámbitos públicos sea todavía hoy noticia; que la Historia siga siendo contada de forma sesgada y que el reconocimiento de sus aportaciones, siga escondido en sus rincones; que la cosificación de las mujeres con fines comerciales esté patentada; que la explotación sexual de mujeres y niñas esté permitida como forma de riqueza y que la feminización de la pobreza siga siendo un marcador de la desigualdad.

IU sigue y seguirá luchando porque el principio de igualdad sea un objetivo irrenunciable al que la izquierda real y transformadora ni quiere ni puede renunciar.