«Exigimos responsabilidades a los Gobierno de España y Aragón y pedimos fondos europeos para que la contaminación del río Gállego por lindano se solucione de manera inmediata y que los vecinos y vecinas de la cuenca recuperen su derecho a tener agua potable y de calidad», ha manifestado el Coordinador General de IU Aragón, Adolfo Barrena, quien esta mañana ha mantenido una reunión en el Parlamento Europeo con la presidenta de la Comisión de Peticiones de la UE, Cecilia Wikström.

Barrena, que ha registrado la solitud de comparecencia de IU Aragón en esta Comisión, ha informado a Wikström de la grave situación provocada por la contaminación del río Gállego por lindano y le ha entregado un documento que contiene la cronología del «lamentable» proceso de contaminación, desde la instalación de Inquinosa en Sabiñánigo (Huesca) hasta el traslado de los residuos a los vertederos de Bailín y Sardas y actuación de las Administraciones en todo el proceso, así como una explicación sobre qué es el lindano, cuál es el peligro que conlleva su exposición para la salud humana y para el ecosistema y la inclusión de este insecticida tóxico en los Convenios de Estocolmo y de OSPAR y en Reglamentos Europeos como el 850/20014 y el REACH como Contaminante Orgánico Persistente (COP). Sobre esto, la legislación internacional y la evidencia científica establecen que los COP, por pequeños que sean, no hay límites seguros de exposición a este tipo de sustancias y son un riesgo evidente para los seres vivos.

La presidenta de la Comisión ha mostrado su interés por la situación y su «sorpresa» al conocer la «deficiente» gestión que, tanto el Gobierno central como el aragonés, han realizado durante todo el proceso, especialmente, al conocer que, además, de las cerca de 300.000 toneladas de residuos industriales almacenados en Sardas y Bailin, hay constancia de que también se realizaron vertidos en zonas próximas como Jaca y Puente la Reina, que aún están sin localizar. «Todos estos residuos están almacenados en precario, en lugares inadecuados, sin sellado que garantice que no hay vertidos ni lixiviados en río Gállego y que es otra de las causas, quizá la principal, de la contaminación de toda la cuenca», ha explicado el Coordinador y diputado de IU Aragón para recordar que las Administraciones públicas nunca han abordado un Plan Integral de Descontaminación como exigía un estudio encargado en 1990.

La europarlamentaria también ha preguntado por la opinión y actuación de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) como órgano gestor de la cuenca de uno de los ríos más importantes de España y del que el Gállego es afluente. Cuestión sobre la que Barrena ha informado, detalladamente, como por ejemplo el cruce de acusaciones entre la CHE y el Gobierno autonómico sobre los análisis del agua del Gállego.

Tras la exposición, Barrena ha solicitado a Wikström que la UE trate este grave problema descrito como transfronterizo y que requiere medidas a nivel europeo. Como primera medida, IU ha demandado a la presidenta de la Comisión que la Unión aporte fondos de sus programas para cofinanciar el urgente y necesario Plan Integral de Descontaminación del Río Gállego. En segundo lugar, ha manifestado la necesidad de que la UE sanciones al Estado Español por el grave incumplimiento de las obligaciones establecidas en los convenios internacionales firmados y por la vulneración de varias directivas comunitarias referidas a la calidad de las aguas, a los controles sanitarios y a las afecciones al medio ambiente y la salud públicas.

Además, Barrena ha puesto encima de la mesa la necesidad de crear una red de abastecimiento alternativa para que los más de veinte municipios que toman agua del Gállego puedan acceder a una agua libre de lindano y de calidad, «ya que llevan más de 30 años siendo los paganos de un tremendo desastre ecológico que ha provocado, además, un grave problema de salud pública».

En cuanto a Inquinosa, IU ha reiterado la necesidad de que la UE persiga su actividad económica e industrial “porque quien contamina debe de pagar”, ha concluido Barrena en referencia al principio recogido en una directiva europea que establece un marco común de responsabilidad ambiental con el fin de prevenir y reparar los daños causados a los animales, las plantas, los hábitats naturales y los recursos hídricos.