El grupo municipal propone rediseñar el programa hacia un refuerzo de las ayudas de urgencia, la extensión del programa de comida a domicilio, el apoyo a los comedores y el fomento de la economía social para generar empleo

El portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida, José Manuel Alonso ha respondido a las declaraciones del consejero Roberto Fernández en relación con el Programa Redistribuye y su financiación criticando que se está convirtiendo en una medida “improvisada y que sólo cubre uno de los efectos de la pobreza, mermando las ayudas de emergencia, más flexibles y adaptadas a cada situación concreta”.

“La crisis económica y social exige iniciativas contundentes, pero no por ello el Gobierno de la ciudad debe caer en la improvisación, poner la etiqueta de excluido a los usuarios, incluso en poner en riesgo su confidencialidad y perdiendo la oportunidad de promover la generación de empleo”, ha destacado Alonso.

Desde la organización de izquierdas se denuncia que “no se ha diseñado correctamente el plan, no se ha colaborado con el tejido social de la ciudad que tiene experiencia en este ámbito y no se ha contado con los profesionales de los centros municipales de servicios sociales, ámbitos desde los que han surgido numerosas críticas”. “No se ha hecho un diagnóstico claro de cuál es la situación –prosigue el concejal de IU-, de hecho, las necesidades de alimentación están dentro de un compendio de otras muchas”. “Con el dinero de las ayudas de urgencia se afrontaban desde impagos de luz, alquiler, agua o incluso se sostenían economías familiares mientras llegaba el Ingreso Aragonés de Inserción o cuando se acababan los 400 euros”.

“El Plan presentado por el PSOE se nutre de las ayudas de urgencia, que eran más flexibles y se podían utilizar para necesidades como alimentación o vestido en comercios normales”, destaca. “Sin embargo, ahora las personas que se encuentren en situación de exclusión tendrán que ir a un centro cívico con la etiqueta de excluido a que le den comida, y eso agrava los problemas aparejados a la falta de trabajo y recursos –continúa-, ahondando en el sentimiento de frustración y culpa que se origina, sobre todo, en un perfil de pobreza emergente, es decir, en las personas normalizadas que se han quedado sin recursos de forma súbita”. “No ayuda a la integración social y laboral de la persona sino que sólo sirve para mantener una bolsa de pobreza alimentada”, sostiene Alonso.

Otra de las críticas añadidas desde el grupo municipal de IU es que no se garantizan mínimos de profesionalidad y confidencialidad. “Según el sistema diseñado se va a suplir con voluntarios los trabajos logísticos, de reparto, transporte, etc., por lo que se impide crear un empleo necesario y se suple con voluntarios una labor que bien podría ser desarrollada por empresas de economía social”, apuntando que “las administraciones no se basan en voluntariado sino en trabajadores que reciben un salario por un trabajo profesional”. Además, un problema clave es que el cuerpo de voluntarios va a disponer del listado de “pobres oficiales del barrio” lo que supone un problema de confidencialidad con un tema tan sensible como este.

 

“En realidad, se trata de desvestir un santo para vestir otro con una política más asistencialista, menos profesional y que no soluciona problemas”, denuncia Alonso. “Esto se plasma en las propuestas de financiación de estas políticas que, según ha anunciado el Consejero, se basan en reducir políticas sociales para crear un nuevo fondo de política social”, apunta el edil de izquierdas. “No tiene sentido, no podemos tirar por la borda acciones de lucha contra la exclusión y la pobreza para crear un nuevo programa, si hay que priorizar en política social habrá que hacerlo en detrimento de otras partidas”.

De este modo, IU propone reorientar el Programa Redistribuye al aumento de las ayudas de urgencia, la extensión del programa de comida a domicilio, el apoyo a los comedores y fomento de la economía social para generar empleo mediante esta iniciativa. “Se trata de aumentar los fondos para una prestación muy útil y flexible como las ayudas de urgencia, llegando a acuerdos con pequeños comercios para su distribución de forma que se genere actividad económica y empleo, y centrar la capacidad logística de Mercazagoza (sociedad pública) para apoyar los comedores existentes (escuelas infantiles, comedores escolares, comedores de mayores…) con una distribución profesional a través de empresas de economía social. “Todo ello desde el reconocimiento de derechos, la garantía de una renta básica, sobre la base de la dignidad y el apoyo mutuo”, concluye Alonso.