Izquierda Unida muestra su preocupación por la contaminación del Ebro tras conocer el informe anual de la Red de Control de Sustancias Peligrosas de la Confederación Hidrográfica del Ebro que, publicado en diciembre de 2015, muestra un río gravemente infectado de alteradores hormonales, es decir, “un río estrogenizado”. IU, que se hace eco de la denuncia de una organización ecologista, llevará este asunto a las Cortes a través de una pregunta oral que su portavoz, Patricia Luquín, formulará al consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, ante el Pleno.

El informe de la CHE, anteriormente citado, muestra un río Ebro gravemente contaminado por disruptores endocrinos (EDCs) con un nivel que supera los límites de referencia legales en el 14,7% de las 4.421 muestras tomadas en 2014. Los disruptores endocrinos son sustancias que, según alertan numerosos estudios, alteran el equilibrio de las hormonas y han sido relacionadas con la aparición de múltiples y variados problemas de salud, como una mayor infertilidad, la aparición de cánceres hormonodependientes, autismo y diabetes y sobre los que no existen valores de exposición segura, es decir, son sustancias peligrosas en cualquier concentración y que pueden producir efectos crónicos que aparecen meses o incluso años después de la exposición.

Los datos recogidos revelan la mezcla en el río de varias decenas de contaminantes hormonales (sustancias organocloradas como el lindano y pesticidas, como el DDT, hidrocarburos aromáticos policíclicos, contaminantes orgánicos volátiles y metales pesados) provocando la exposición a estos tóxicos a la población y a los ecosistemas de la cuenca.

IU, que ya ha mostrado en numerosas ocasiones su preocupación por la contaminación “estrogénica” provocada por la presencia de disruptores endocrinos en el agua, en las emisiones y en productos de uso cotidiano, reclama la atención del Gobierno de Aragón sobre este asunto. Así, su portavoz en las Cortes pedirá al consejero Olona que informe de las actuaciones que piensa llevar a cabo el Ejecutivo para solucionar la contaminación de la cuenca Ebro producida por el vertido de este tipo de sustancias peligrosas para la salud y el medio ambiente.

Patricia Luquin reitera que las Administraciones autonómicas tienen un papel fundamental en la implantación de medidas para reducir la exposición de sus ciudadanos/as a estos contaminantes y para ello es necesario que “dejen de mirar para otro lado por la presión del lobby químico europeo y español y comiencen a dar pasos firmes para la protección de la salud de la población”.