IU denuncia que el PP instaura de nuevo el neoconfesionalismo nacionalcatólico en la educación pública tras la publicación del Gobierno en el BOE de los currículos de religión católica para Primaria, Secundaria y Bachillerato. Lo ha hecho, como es habitual en el Ejecutivo de Rajoy, de “tapadillo y sin apenas publicidad, tratando de que pasen lo más desapercibidos posible”, critica el portavoz de Educación de IU, Adolfo Barrena quien considera necesario denunciar no “no sólo la presencia de una confesión religiosa entre los contenidos curriculares que se enseña a las futuras generaciones, como si fueran contenidos científicos, sino que hay que denunciar igualmente el adoctrinamiento que se comprueba en los nuevos textos básicos de la asignatura para Primaria, Secundaria y Bachillerato para la adaptación de la materia a la LOMCE”.

El BOE señala los ‘estándares de aprendizaje evaluables’ y ahí aparece que el alumnado de primero de Primaria (6 años) tiene que “memorizar y reproducir fórmulas sencillas de petición y agradecimiento”, o en 2º de Primaria que es capaz de “expresar, oral y gestualmente, de forma sencilla, la gratitud a Dios por su amistad”.

“Es evidente – continúa Barrena- que estos contenidos los establece la jerarquía católica, en virtud de los acuerdos preconstitucionales firmados, en las postrimerías de la dictadura franquista, con el Vaticano en 1979” y, por eso, añade Barrena, “no es de extrañar que se incluyan rezos en Primaria, que se eliminen referencias a otras creencias en Secundaria, dado que, con su lógica mercantilista, no van a dar publicidad a la competencia”.

En su opinión, “resulta especialmente tendencioso y una burla para la gente”, que se incluyan contenidos como “Dios, padre de la humanidad, quiere nuestra felicidad”, o asociar “las características de la familia de la Iglesia con las de su familia” y “es vergonzoso que estos contenidos se impartan, en los centros de enseñanza, sin ningún complejo”.

El BOE hace un “inaceptable” ejercicio de cinismo cuando el preámbulo de la normativa destaca que “lejos de una finalidad catequética o de adoctrinamiento, la enseñanza de la religión católica ilustra a los estudiantes sobre la identidad del cristianismo y la vida cristiana”.

Finalmente, con la flexibilidad que otorga la LOMCE en este aspecto, las comunidades autónomas decidirán si imparten una o dos sesiones de 45 minutos, que no se dedicarán a otras materias. De esta forma, impartir religión restaría 70 horas de materias troncales u optativas. Además, los resultados de esta materia contarán para la nota media o para obtener una beca, tras más de dos décadas en las que no fue así.

“Por todo ello, concluye Barrena, además de exigir una escuela pública y laica, apoyamos la demanda de la comunidad educativa, de Escuela Laica y de la confederación de madres y padres de alumnado (CEAPA), que recomiendan no matricularse en religión porque “los dogmas no deberían tener cabida en las aulas de un país aconfesional” como establece la Constitución”.