IU del Alto Gállego Denunciamos la reiterada falta de inversiones en el trayecto de la línea férrea Huesca-Canfranc. Este hecho hace que el tren invierta dos horas menos cinco minutos en realizar el trayecto entre Sabiñánigo y Huesca por ejemplo, muy lejos de los 45 minutos que se tardan por carretera.

Ni siquiera en el tramo renovado Caldearenas-Jaca el tren puede superar los 70 km/h, es decir, que entre Huesca y Canfranc, el tren de viajeros circula a velocidades de 50, 60 y 70 km/h. Y cualquier tren de mercancías, en el mismo trayecto, no puede superar los 40 km/h, excepto entre Caldearenas y Jaca que puede circular a 70 Km/h.

Por este motivo, son escasos los viajeros que utilizan el tren como medio de transporte público en esta línea de montaña. Y en cuanto a mercancías, el único tren de cereal, que realizaba 3 viajes por semana, ha dejado de circular.

Durante décadas no ha habido avance alguno en la infraestructura de esta línea que vaya paralelo a las inversiones realizadas en la carretera. Mientras en ésta se han realizado túneles y está cercana la finalización de las obras de la autovía, el ferrocarril languidece. Si se hace algo es por avería y con material viejo, y los trenes que circulan por la línea son obsoletos y viejos también.

Se han gastado miles de euros en proyectos y estudios, pero ni se ha mejorado el trazado; ni está a la vista, a pesar de las reivindicaciones anuales en Canfranc para  la reapertura de la circulación con Francia. Es evidente que falta voluntad política del gobierno autonómico y del gobierno central que no apuesta por una red de comunicaciones por Aragón. Mucha reunión, mucha escenificación, mucho viaje a Bruselas pero nada de nada, sólo papel mojado. Año tras año, frustración y decepción.

Ni siquiera se oye hablar de la variante, dejada de utilizar, de Turuñana,  que ahorra 54 km, una hora menos de viaje entre Zaragoza y los Pirineos con coste estimado de unos 25 millones de euros, que comparados con los 8 km de la variante de la autovía Mudéjar (A-23) en el tramo entre las entradas este y oeste de Sabiñánigo con un coste de 85 millones de euros, nos dejan sin palabras. Calculen el número de km desde Huesca y verán por qué la A-23 entre Huesca y Sabiñánigo es el tramo de autovía más caro de Europa.

Puestos a comparar cifras, el coste promedio de los algo más de 3.000 km de AVE en España es de 18 millones de euros por km. Sin duda que con el coste de unos pocos km AVE la línea férrea Huesca-Canfranc podría tener una velocidad de 120 km y podría estar electrificada incluso. Con unos tiempos competitivos y con una seguridad como la que da el ferrocarril.

Izquierda Unida exige  Inversiones para esta línea de ferrocarril y hace un llamamiento a la ciudadanía para exigir que de una vez por todas se vean inversiones de verdad en nuestra línea del Canfranc. No queremos una vía muerta sino viva y con futuro.