Una de las victorias del sistema capitalista, ha sido el fomentar las malas emociones primarias que todos los seres humanos tenemos: la envidia, la ambición desmedida, el egoísmo individualista, la desconfianza irracional hacia lo diferente y la avaricia, por poner sólo algunas.

Un sistema que fomenta la competitividad desmedida, como la esencia de su funcionamiento, se convierte en un sistema depredador, que busca el máximo beneficio sin parar en las consecuencias nefastas (tanto ecológicas como sociales) que pueda provocar, y en la que inevitablemente hay vencedores y vencidos: los que consiguen imponer sus productos y los que no (y no con I+D+i), sino como estamos viendo claramente: con precariedad laboral, con bajada de sueldos, con saqueo y desmantelamiento de los servicios públicos (sanidad, educación). Cualquier cosa que haga ser más competitiva la mercancía, tendrá más posibilidades de triunfar en el mercado. Aunque esa mercancía haya sido manufacturada por niños de 5 años o la persona que la haya confeccionado no tenga ninguna cobertura social, como la educación de sus hijos, sanidad garantizada y gratuita o la seguridad de tener una pensión en el futuro. Todos estos gastos superfluos, para el capital sobran, en pro de una mercancía más competitiva. Esta es la esencia del sistema que nos imponen y a la cual como ovejas guiadas por el perro-pastor nos intentar llevar al redil.

Ahora les ha salido un grano en el culo. Unas cuencas pobladas por irreductibles mineros, resisten ahora y siempre al opresor, con una poción mágica que les hace invencibles: la razón y la defensa de su trabajo. Yo se y veo que hay muchas personas, que pasan de los mineros, es más los tienen como unos privilegiados. No les trasmite ninguna empatía ni solidaridad cuando defienden su puesto de trabajo y se marchan hasta el mismo Madrid a presionar para mantener un hilo de esperanza. Y tienen esa sensación porque el mismo sistema nos está inyectando en vena todos los días un individualismo atroz y egoísta que hace que nos de igual cualquier cosa que vaya más allá de nuestro propio culo. Y por supuesto que el sistema va a tergiversar y demonizar cualquier intento por parte grupos organizados de intentar mantener la dignidad y plantar cara a este rodillo que quiere aniquilar cualquier atisbo de resistencia ante su plan de alienarnos y convertirnos en meras fichas de producción y consumo.

Y la lección que nos están dando a todos nosotros los mineros, es una lección de dignidad, de fuerza y de unión. Están librando una lucha desigual, como la que tuvo David con Goliat. Quiero recordar que llevan 1 mes y medio de huelga, y esto quiere decir que llevan 1 mes y medio sin cobrar. Digo esto porque hubo personas en anteriores huelgas, que no la hicieron por perder un día de sueldo.

La marcha de los mineros y la manifestación de mañana son la lúcida vanguardia a la cual todos nos debemos unir, si de verdad entendemos, de qué va esta movida. Y esta movida va de lo siguiente: hay unos pocos que se lo quieren llevar todo. Para eso controlan los medios de comunicación, el PPSOE y demás poderes del estado. Y van a meter todo el miedo y represión que puedan para que nadie les arrebate el chollo que tienen montado.

Por eso es importante que cada uno en la medida de sus posibilidades, trasmitamos nuestra simpatía a la marea verde (en defensa de la escuela pública) a la marcha negra (en apoyo a los mineros) la marcha roja (en apoyo a los parados). Porque no dudéis una cosa, si consiguiéramos llevar hasta Madrid y concentrarnos los 5 millones de parados, los indignados, los mineros, los damnificados por los recortes en sanidad, educación y dependencia, se iba a acabar rápidamente con la tontería esta de la prima de riesgo, los recortes, el medicamentazo y el copón bendito. Que no es otra cosa que seguir robando al pueblo para dárselo a los putos mercados.

Yo apoyo a los mineros, a los maestros, a los huelguistas, a los parados organizados y a todo aquel que tenga la suficiente dignidad y lucidez para entender que el mundo no es competitividad, ni egoísmo, ni avaricia. Que el mundo debe ser de cooperación, de solidaridad y de amor.

Raúl Andreu (IU Alcañiz)
http://raulandreutena.blogspot.com.es