Con agosticidad y tijera afilada en mano el IAI (Ingreso Aragonés de Inserción) sufre sus últimos resquicios de la utopía, que lo definía como un derecho subjetivo de la población aragonesa y una prestación esencial dentro del Sistema Público de Servicios Sociales de Aragón (Catálogo de Servicios Sociales de Aragón Decreto 143/2011)

El Anteproyecto de Ley del Ingreso Aragonés de Inserción, presentado por el Gobierno de Aragón (PP-PAR), incluye modificaciones semejantes a los de un casting  para formar parte de la compañía teatral de la pobreza según el punto de vista neoliberal.

Comienza la selección, si son pobres que lo sean de verdad y que yo lo vea….

Se abre el telón. Una cosa es sospechar y ser investigado/a por robar millones de euros de las arcas públicas, eso sí en sobres con olor a perfume francés, y otra bien distinta que elijas la marca del yogurt que compras con la cantidad percibida del IAI (Art.8.4 del Anteproyecto; nunca más del SMI, unos 600 euros/mes). Cuando una lee depende que artículos del Anteproyecto no le cabe duda que, una vez más, la derecha siembra dudas y sospechas sobre las clases más desfavorecidas.

El anteproyecto se lo pone difícil a personas de otra comunidad autónoma o país extranjero (artículo 4.1 del Anteproyecto: exigencia dos años de empadronamiento). Evitar el efecto llamada dice….Quizás sea malo que la gente quiera vivir en Aragón. Lógico, se quiere impedir que vengan a vivir a nuestra Comunidad y soliciten la prestación, los que actualmente están empadronados en Suiza o las Islas Caimán. Vaya a ser que dejen aquí sus impuestos y quieran cobrar de dinero público.

Aumento de la edad para poder solicitar el IAI, de 18 años a 25 (Art 1.f). No hay duda, hay que fomentar el “espíritu aventurero de la juventud aragonesa”. Tampoco se podrá cobrar si perteneces al alumnado de cualquier sistema educativo y/o formación profesional (art.5.5). Las personas pobres no estudian, vaya a ser que les de por pensar y aprender que tienen unos derechos por el mero hecho de pertenecer a la ciudadanía aragonesa.

Exigencia de documentación y medios de prueba de los recursos de la unidad familiar, que podrá incluir signos externos (Art. 9.2). Acabáramos!! Faltaba más. Cualquier buen casting que se precie debe tener en cuenta la ropa y el corte de pelo con el que el/la aspirante se presenta. ¿Dónde se ha visto que la persona pobre lleve ropa de mercadillo y huela a colonia de granel? Al César lo que es del César.

Oferta de empleo precario. Nadie puede rechazarla aunque sean sólo dos horas a la semana. Algo es algo. 100 eurillos a la semana que suponen entrar a formar parte del listado de cotizantes a la Seguridad Social y a la par le comunicamos la extinción de su prestación de IAI  (Art. 16.g). Si tienes trabajo no cobras.

Silencio. Un mes, silencio. Dos meses, silencio. Tres meses, silencio. Se oye una exclamación: “al Anteproyecto de Ley pongo por testigo que jamás volverán a llevarme a sesión plenaria parlamentaria a recriminarme retrasos en los pagos de la prestación social”. Si mi silencio dura un trimestre lo siento amigo/a, denegado. No hay respuesta, no hay retraso. Se cierra el telón.

Y llegamos a la escena final del casting. Carta blanca para la selección natural del verdadero/a pobre. Es posible que en estos tiempos convulsos, cumpliendo a rajatabla el perfil propuesto, haya excedente de demanda.

Incomodidad requiere solución. LEGALIZACIÓN DEL RECORTE (Art.43.2 del Anteproyecto; acomodar la ejecución presupuestaria a las limitaciones presupuestarias), habrá prestación si me sobra calderilla en los presupuestos anuales…Ya os iremos informando.

Pero no hay de que preocuparse. Al menos acabaremos la legislatura teniendo algo más clarito quién si y quién no puede ser pobre en esta Comunidad Autónoma de Aragón, y por lo tanto, presentarse a los siguientes castings.

Hay personas que viven en la miseria y hay personas miserables.