Artículo de Raúl Ariza, coordinador local de IU Zaragoza, publicado el 8 de enero de 2020 en El Periódico de Aragón

Los presupuestos en cualquier administración pública, son la herramienta con la que se impulsan las políticas comprometidas con la ciudadanía a través de los Programas electorales, y por supuesto, deben atender a los gastos corrientes de los Servicios Públicos. Los aumentos en determinadas partidas, convenios subvenciones, etc, sufren o se benefician en función de la valoración que de su idoneidad hacen las mayorías plenarias. Las derechas favoreciendo a quienes más tienen, y las izquierdas, a la mayoría social y usándolos como herramienta de redistribución de la riqueza.

Lo mínimo que se pide a cualquier Corporación, es rigor y seriedad en la valoración de las partidas económicas, ingresos y gastos, y es aquí donde el señor Azcón y sus socios del trifachito pretenden engañarnos. Craso error. En el capítulo de Ingresos, plantean que vamos a recibir por el IBI 165 millones de euros, cuando el año 2019 se han ingresado 159. Es materialmente imposible al haber reducido el tipo impositivo y aumentado las bonificaciones, de un 60% a un 70% a las familias numerosas sin importar sus tramos de renta.

Venden como una gran medida la reducción del 50% al comercio de proximidad sin vincularlo a la cantidad y calidad de empleo generado, mientras firman el Outlet de Pikolin con la otra mano. Hipócritas. Dicen que van a ingresar 50 millones del impuesto de Plusvalía, cuando se han recaudado en 2019, 48 millones, algo imposible de realizar cuando se ha eliminado el tope exento de 150.000 en caso de herencia si se va a usar como vivienda habitual. Les parecía poco esto que también se va a bonificar la segunda residencia heredada, lo que nos lleva a una pregunta: ¿Cuánto va a suponer de reducción de ingresos?. Indudablemente, no supondrá un aumento de dos millones como han presentado.

También el impuesto de actividades económicas, IAI, que pagan aquellas empresas radicadas en nuestra ciudad se reduce el factor de aplicación en las zonas más ricas de nuestra ciudad. Con estas medidas, si tiene usted una familia numerosa, vive en una zona bien y va a heredar una casa elegante, o dos, está usted de enhorabuena. Unos ingresos irreales en beneficio de quienes más tienen, eso sí nuestro ilustre alcalde y sus colaboradores han cuantificado un ahorro en la factura del transporte público de tres millones de euros, dinero que lo aportaremos toda la ciudadanía que usamos habitualmente los transportes públicos con la tarjeta ciudadanía o el billete. Son tramposos también cuando reservan para amortizar préstamos, de 56 millones en 2019 a 42 actualmente, si no es tamaño reducción dándole una patada para adelante y aumentando los periodos de devolución de los préstamos. Bonita herencia van a dejar. Queda claro pues quiénes vamos a pagar más y quiénes menos. Es natural y no debiera sorprendernos, pero lo que no es asumible es el discurso de quienes durante la anterior legislatura hicieron imposible la convivencia en la izquierda y ahora, de repente, se plantean hasta remunicipalizar los parques, o de quienes PP y Ciudadanos, exigieron al anterior gobierno que las modificaciones de crédito a partir de 300.000 euros fueran a pleno para su debate y ahora, a la primera ocasión, han eliminado esa posibilidad y hurtado el debate público en el salón de plenos. Podríamos hablar de los brutales recortes en la movilidad pública, tranvía y carriles bici, de las partidas en participación ciudadana, asociaciones de vecinos, etc., etc. Tiempo tendremos de desmenuzar el presupuesto finalmente aprobado en cuanto al modelo urbanístico, de movilidad y del talante autoritario de don Jorge, aunque nos tememos que poco variará visto el talante del Gobierno Municipal.

Sólo hay que ver a quién favorece y a quién perjudica este presupuesto, que nadie diga que se parece mucho al proyecto de Zaragoza en Común, porque se parecen: Como un huevo a una castaña.