Comunicado en rueda de prensa del equipo jurídico de las MARCHAS DE LA DIGNIDAD 22M

Muchas incógnitas suscitan las marchas por la dignidad y una certeza. La certeza es el éxito de una movilización de más de un millón de personas que recorrieron pacíficamente las calles de Madrid para reclamar un giro radical en las políticas aplicadas por el gobierno Rajoy (y el anterior de Zapatero y sin olvidarnos a los colaboradores necesarios del desenlace actual: Aznar. González y Suárez)  en demanda de pan, trabajo, techo, no al pago de la deuda y no a la Troika y sus recortes.22m_marchas_dignidad

Las incognitas se generan en torno a la violencia verbal pre y pos manifestación donde personajes como Ignacio González hacen comparativas fascistas o Cristina Cifuentes culpabiliza a todos en la figura de los organizadores.

Así como sobre la incomprensión a la actuación desproporcionada de los antidisturbios a las 20:30, antes de que terminara el acto. ¿Estaba preparado para que apareciera en el telediario de las 21 horas para restar protagonismo a la manifestación, lo cual implicaría directamente a responsabilidad política?

En torno, también, a la presencia de elementos fascistas y policiales en el núcleo de los altercados, dirigiéndolos e incitándolos, con un tufo enorme a organización previa. ¿Deseaba el Gobierno la aparición de altercados?

También por la organizada desorganización policial ¿dónde estaban los 1.700 efectivos policiales mientras una veintena eran increpados y agredidos? ¿el Gobierno deseaba obtener policías heridos o muertos en sacrificio por una victoria moral sobre los manifestantes?

La fabricación policial de pruebas falsas es una confesión de que no tienen pruebas del sentido violento de los manifestantes porque, efectivamente, eran extremadamente pacíficos. ¿Estaban preparadas las pruebas antes de la manifestación?

Las detenciones indiscriminadas de manifestantes pacíficos que, en muchos casos, estaban alejados de los puntos calientes de la violencia callejera y la violencia desatada durante su detención y estancia en Comisaría, sólo hablan de un odio político al estilo preconstitucional. Y lo más grave, ordenado y alentado por los dirigentes políticos del país encarnados en la figura de Cristina Cifuentes, Delegada del Gobierno en Madrid. ¿Se había ordenado un número aproximado de detenciones?

Los sindicatos policiales han solicitado la dimisión de los responsables policiales del operativo antidisturbios, pero no de los responsables políticos ni de los agentes que han participado en los malos tratos a los detenidos y los responsables policiales que lo han permitido o alentado. ¿No han tenido conocimiento de los malos tratos a inocentes? ¿Es incapaz la policia de detener a los violentos o lo evitó por orden superior?

Los medios de comunicación han dedicado páginas y horas de emisión a la media hora de altercados, mientras escasas líneas y minutos a los 20 días de marchas y 4 horas de manifestación «Gigantesca» en palabras de la prensa internacional. ¿Tienen miedo a que realmente la sociedad despierte y exija un cambo de rumbo político?

Estas interrogantes también se encuentran en el comunicado de los servicios jurídicos de las Marchas de la Dignidad 22M, que han sido presentados en rueda de prensa.

ACERCA DE LA VIOLENCIA  por Rafael Narbona