IU insta al Gobierno de Aragón a centrarse en promover la sanidad, la educación y los derechos sociales, así como un tejido industrial y productivo fuerte, “más allá de fuegos de artificio que duran tres meses y luego dejan deudas incalculables”

Zaragoza, 24 de julio de 2020.- Izquierda Unida de Aragón ha mostrado de nuevo su preocupación por la vuelta a “las recetas de desarrollismo del siglo XX que son flor de un día y que no deben ser la prioridad del Gobierno de Aragón en estos momentos”, en palabras de su coordinador y portavoz en las Cortes, Álvaro Sanz.

Así se ha referido el dirigente de IU a las últimas noticias que indican que Aragón y Cataluña ultiman la firma del acuerdo para los Juegos Olímpicos de Invierno 2030. “A nadie se le escapa que estamos en un contexto de pandemia en el que la prioridad política debe ser la de contar con unos servicios públicos fuertes, proteger el tejido productivo ayudando a PYMEs y autónomos, en definitiva, la reactivación económica y la reindustrialización se deben centrar en la mejora del Estado de Bienestar y no en los grandes eventos”, ha lamentado Sanz.

Sanz ha recordado que “a pesar de que Lambán quiera agitar la bandera de la sostenibilidad ecológica, esto no son más que palabras vacías cuando se obvia que hay informes, como el realizado por el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático advierte del retroceso que prevé que, de aquí a mediados de siglo, el Pirineo Central perderá el 50% de su nieve, en cotas de 1.800 metros; mientras que por debajo será del 80%”.

Asimismo, la formación de izquierdas exige saber la procedencia de los fondos para la anunciada reforma del estadio de la Romareda, que acogería una ceremonia de los Juegos Olímpicos y apoyaría la candidatura al Mundial de Fútbol de ese mismo año. “Lambán quiere hacer la cuadratura del círculo pero que no se olvide que las últimas reformas están valoradas en 70 millones de euros”, ha indicado Sanz, concluyendo que “gobernar es organizar prioridades, y la prioridad de Aragón hoy es la de una salida social a esta crisis, no la de programar fuegos de artificio que son un dopaje económico temporal y que cuando terminan dejan un gran agujero en las arcas públicas”.