Nuestro diputado en el Congreso por La Izquierda de Aragón y portavoz de Defensa explica el rechazo de su grupo al proyecto de ley que concede más de 850 millones para este fin en 2015 y advierte de que los ‘populares’ “se ríen” con este tipo de medidas “de la situación de pobreza y recorte institucionalizado que han impuesto” / Intervención íntegra de Álvaro Sanz en el Pleno (7 de julio).
Señorías, quiero comenzar haciendo una pequeña reflexión al albur de esta pantomima legislativa a la que hoy nos va a someter de nuevo el Gobierno, disfrazando un ‘decretazo’ de trámite legislativo, porque sabemos positivamente que no tienen ninguna vocación para entrar en debate con el resto de los grupos sobre este asunto, y menos para llegar a acuerdos. Un asunto que no deja de ser otro que el que vamos a volver a gastarnos más de 800 millones de euros a cargo de la deuda pública en armas.
Es evidente que la torticera forma que utiliza el Partido Popular para ocultar este gasto año tras año, para que la gente no sepa cuánto nos gastamos en armas, es tanto como reconocer de facto que ese gasto es absolutamente indefendible si se pusiera encima de la mesa de forma transparente. Todo tiene un límite, después de tres ‘decretazos’ veraniegos para que pasase desapercibido este gasto en 2015 y tras la admisión a trámite por el Tribunal Constitucional del recurso presentado, entre otros, por mi grupo al ‘decretazo’ del año pasado, se han visto obligados a modificar su estrategia de ocultación y pergeñar esta lamentable coartada legislativa -porque no se le puede llamar de otra manera- que se va a llevar por delante un debate necesario -ya se ha puesto sobre la mesa- que tiene muchísimas aristas, pero todas ellas son de una relevancia suprema para España.
Un debate que debería centrarse en cuál va a ser el futuro de esos programas de armamento, cuál va a ser el compromiso de nuestro país en materia de compra de armamento, cuáles son las necesidades de la defensa de nuestro país, cuál es y cómo debería ser ese modelo de defensa y, en general, qué prioridades tiene este Gobierno y qué prioridades no tiene este Gobierno, como está demostrando con este tipo de medidas.
Es también un buen momento, señorías del Partido Popular, para reflexionar sobre la diferencia entre lo legal y lo legítimo. Lo que puede ser legal es absolutamente ilegítimo si al final destinamos -con lo que vamos a aprobar hoy o la semana que viene, porque la velocidad de crucero con la que ustedes perpetran las leyes es absolutamente insoportable- más de 4.000 millones de euros en esta legislatura a comprar armas, misiles, tanques, con la que está cayendo, con los millones de parados que tenemos en nuestro país, con la pobreza que existe en nuestro país.
La Izquierda Plural va a esforzarse en que la gente sepa que a ustedes les interesa muy poco la situación de la deuda en España, por mucho que estén todo el día con ese mantra, siempre y cuando vaya a parar a esas ‘buenas causas’ que ustedes consideran que lo son. Del mismo modo, les interesa muy poco la situación de pobreza y recorte institucionalizado que ustedes han impuesto en este país a la mayoría social, de la que se ríen con este tipo de medidas.
Lo importante es el contenido de la ley, su razón de ser, no lo que la adorna, como nos han hecho vivir otros años. Quiero recordarles que llegamos a votar misiles y vacunas en un mismo decreto. En este caso hay otras medidas, pero lo importante, una vez más, es el pago de los PEA, los Programas Especiales de Armamento, una factura que, como les decía, va a ser ya de 4.000 millones de euros en esta legislatura.
A partir de ahí, hay unas preguntas que están en el aire y que nos hacemos no solo La Izquierda Plural, sino buena parte de la ciudadanía. ¿Por qué el Partido Popular no ha mantenido la política de recortes en esta materia que sí ha mantenido en otras materias? ¿Por qué no lo han hecho? ¿Por qué el Partido Popular no solo ha garantizado el pago de estos programas de armamento, priorizándolos frente a otro tipo de necesidades básicas como la salud, la educación o el trabajo, sino que además los ha incrementado en 10.000 millones de euros en esta legislatura? ¿Por qué no, contento con ello, el Partido Popular está limitando nuestra política de investigación, desarrollo e innovación al ámbito militar, cercenando así la posibilidad de impulso de un nuevo modelo productivo que pilote sobre ella? ¿Por qué el Partido Popular se niega a poner negro sobre blanco el estado de estos programas y de los créditos del Ministerio de Industria con los que se están pagando su producción?
El negocio es redondo: financiamos la producción y compra segura. Estas preguntas, como les decía, no solo nos las hacemos nosotros, sino que se las hace buena parte de la ciudadanía, que encuentra respuestas fáciles porque ustedes no quieren darlas. Quizá sea la capacidad de presión del lobby armamentístico, quizá la respuesta esté en las puertas giratorias o quizá esté en la vocación corporativa de nuestro ministro de Defensa -de nuevo hoy ausente- como ejecutivo del sector. Lo cierto es que nuestro país tiene en estos programas especiales de armamento uno de sus peores ‘pozos negros’.
Señorías del Partido Popular, con esta ley cierran la puerta a debates que, como les decimos, son imprescindibles, como ese que tiene que ver con las políticas de I+D+i. ¿Cuándo vamos a debatir sobre nuestro modelo de políticas de investigación, desarrollo e innovación y, sobre todo, en relación con la defensa? Para La Izquierda Plural es imprescindible un cambio radical, un cambio de rumbo, una apuesta clara por la reconversión del I+D militar en I+D+i civil. Si ustedes hubieran puesto el mismo énfasis en impulsar esa reconversión que el que han puesto en impulsar la industria militar, no solo se hubiera garantizado el empleo sino que, además, se hubieran sentado las bases de una economía responsable y socialmente útil.
Nuestra propuesta garantiza el mantenimiento y la creación de empleo de calidad con alto valor social añadido; la suya es perpetuar, a través del miedo y utilizando sin ningún pudor a los trabajadores y a las trabajadoras del sector, un sistema de defensa entendido como un expositor de armas que vender para el beneficio -y es lo más grave, señorías- de unos pocos.
Por eso a través de nuestras enmiendas queremos conocer en profundidad cuál es la situación en la que se encuentra la devolución de los créditos, de los préstamos que, vía Ministerio de Industria, se destinan año a año a esta industria para producir lo que luego les compramos, como es el caso, a cargo de la deuda pública con decretazos veraniegos.
Por eso también exigimos hacer un análisis exhaustivo sobre cómo está cada uno de esos programas de armamento y sobre si son idóneos o no; más aún cuando nuestras Fuerzas Armadas tienen necesidades importantísimas para garantizar su plena operatividad que, desde luego, no pueden ver satisfechas porque el presupuesto de Defensa está devorado en buena medida por estos pagos veraniegos de armamento.
Por eso desde La Izquierda Plural exigimos este análisis, un análisis que, además, nos tiene que permitir abordar un debate que ustedes niegan reiteradamente, que no es otro que el de cuáles son nuestras necesidades reales en materia de defensa y si estas necesidades implican este tipo de producción y compra posterior o no de armamento a través de estos programas especiales.
Obviamente desde La Izquierda Plural vamos a votar favorablemente las propuestas presentadas por todos los grupos como textos alternativos al que el Gobierno trae y pone sobre la mesa, pues coinciden con el espíritu de las enmiendas parciales que nuestro grupo ha presentado a este proyecto de ley.
Voy acabando. Son estas las cuestiones que deberían centrar el debate que nos ocupa hoy pero, lamentablemente, me parece que vamos a volver a ver cómo el Partido Popular impide su debate y éste colisiona con los intereses de un Gobierno, que desde luego quiere ser todo menos transparente, a pesar de que haga juegos florales como este trámite que luego pasa por ponencia y que, previsiblemente la semana que viene, veremos ya totalmente satisfecho; o sea, no debate.
Es un Gobierno el suyo, señorías del Partido Popular, que certifica mediante este bochornoso trámite su apuesta por la patronal del sector bélico, siendo capaz de quedar en evidencia, como se ha dicho ya aquí, por las formas y también por el fondo y el poco respeto que se tiene a esta Cámara, antes de dejar de pagar esa factura que cheque a cheque, año a año, va ya por más de 4.000 millones de euros.