El portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida, José Manuel Alonso, ha advertido hoy de los movimientos que se están produciendo en los últimos días para reabrir el debate del límite del cuarto cinturón. “Están surgiendo diferentes proyectos de naturaleza urbanística que plantean su extensión o ampliación al otro lado del cuarto cinturón, como es el caso de los suelos de la Feria de Muestras y que exigen cambios en el plan general de ordenación urbana”.

“Para IU el cuarto cinturón es un límite válido de la expansión de la ciudad, debiendo asumir lo que queda dentro del mismo”, indica el portavoz municipal de IU. Sin embargo, subraya, “cualquier modificación de usos de cualquier tipo que supere dicha vía debe ser objeto de una reflexión profunda y calmada”. En este sentido, la formación de izquierdas ya manifestó “su rechazo a que Arcosur superase el cuarto cinturón con suelos de ningún tipo”.

Para Alonso “estas modificaciones se están planteando totalmente a la ligera sin tener en cuenta las afecciones al resto de la ciudad y cualquier desarrollo futuro a las afueras del cuarto cinturón genera muchas afecciones”.

Algunas de estas posibles afecciones a estudiar son, a juicio de la formación de izquierdas, las siguientes:

La afección a la movilidad. Crear desarrollos a un lado y otro de una vía de alta capacidad supone generar una barrera física de comunicación entre los dos lados. Además, debe tenerse en cuenta la capacidad de carga de las actuales vías y carreteras para absorber las nuevas necesidades de movilidad, la posibilidad de colapso, la existencia o no de otros medios de transporte, etc.

El vaciamiento y la absorción de la iniciativa en el resto de la ciudad. Volcar los esfuerzos, recursos e iniciativa municipal en el desarrollo de nuevas zonas supone detraer toda esa energía de los impulsos de reactivación económica, rehabilitación urbana y dinamización de los barrios existentes.

El interés de la ciudad debe ser de TODA la ciudad. Todas las expansiones urbanísticas y nuevos desarrollos, tradicionalmente, se han justificado siempre con “el interés de la ciudad”. Las exposiciones, las bolsas de suelo para decenas de años al sur y al norte, la liberalización de horarios en los centros comerciales de la periferia, hasta la creación de centros recreativos de ocio de alta capacidad, se han justificado con el interés de la ciudad. Sin embargo, este interés debe ser puesto en relación con las verdaderas necesidades y consecuencias. Su crecimiento real, tanto poblacional como de actividad económica, el vaciamiento potencial que provoca en otras zonas, el exceso de zonas comerciales de la periferia compitiendo entre si, viviendas a medio construir con barrios tradicionales vacíos de población joven o vías de transporte colapsadas con un incremento del tiempo necesario para ir a trabajar, comprar o divertirse respecto a actividades que anteriormente estaban cercanas.

Por todo ello, José Manuel Alonso ha reclamado “un debate tranquilo y sosegado, propio de la magnitud de las decisiones que se están planteando y del momento económico en el que nos encontramos”. “Por desgracia, la crisis nos sitúa en un momento de retroceso en lo económico, en nuestras empresas, de destrucción de empleo, de menores necesidades de vivienda e incluso con un retroceso demográfico, de incapacidad de acometer en los años venideros nuevas infraestructuras, de incapacidad de acometer grandes inversiones… es por ello que tenemos que pensar y reflexionar sobre cuáles han sido las causas de esta crisis, qué errores nos ha conllevado este modelo, qué decisiones no han favorecido al “interés de la ciudad y cuál debe ser la nueva apuesta por la Zaragoza real.”

Finalmente, ha concluido Alonso “las prisas no son buenas consejeras para casi nada pero, especialmente, en materia urbanística porque estamos diseñando el futuro de nuestra ciudad y de muchas generaciones”.