2018, pleno siglo XXI y las mujeres tenemos que salir a las calles, tenemos que parar, hacer huelga y gritar, no podemos seguir aguantando siglos de resignación, de humillación e injusticia.

De sobras son conocidos los motivos que nos llevan a secundar una huelga, motivos en cualquiera de los cuatro ejes convocados, ya sea la huelga de cuidados, ya sea la laboral, la de consumo o la estudiantil.

No voy a explicar los motivos, no quiero, y no porque sea una persona con mal carácter, no, sino porque estoy cansada de tener que dar razones a quienes cuestionan permanentemente una realidad contrastada, una realidad que las feministas no inventamos, los datos objetivos se pueden leer en miles de artículos que salen publicados, estudios y encuestas. Por no hablar de la incuestionable cifra de más de 1000 mujeres asesinadas en los últimos 15 años. Pero qué es lo que pasa, que las mujeres tenemos que estar demostrando continuamente lo que decimos, hacemos, pensamos y opinamos.

Ya vale, estamos hartas, y como motivos tenemos de sobra, el 8 marzo hacemos huelga, por las que fueron, por las que somos y por las que serán.

Reconocemos el trabajo de nuestras antecesoras, sin su lucha habría sido imposible conseguir los avances conseguidos, importantísimos para nosotras, pero aún queda tanto camino por recorrer y son tan lentos los avances, que no podemos quedarnos paradas a ver la vida pasar; Porque ni ellas, que lucharon hasta con su vida por lograrlos, lo merecen, ni nuestras descendientes tampoco.

Porque queremos ser libres, dueñas de nuestras vidas y nuestros cuerpos, y quien no lo entienda será porque no lo quiere entender, la realidad es la que es y queda mucho trecho para llegar a la igualdad, mientras nos veremos en las calles.

Trini Rincón Carmona.

Coordinadora de IU Huesca – La Hoya.