El día 25 de noviembre se ha convertido en un día de denuncia institucional contra la violencia de género, y no debe quedarse solamente en eso, debe ser un día de denuncia ciudadana, me explico: está muy bien que todas las instituciones denuncien este hecho, una lacra social donde las mujeres son las protagonistas involuntarias, una lacra que no se reduce porque el día 25 de noviembre salgamos todas y todos a la calle (es un decir porque somos unas 100 personas habitualmente), sino que debe ser un trabajo diario, y ese trabajo se hace desde todas las instituciones públicas, haciendo políticas activas para llegar a su erradicación, tanto de formación como de información, algo que no

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se está haciendo desde los Gobiernos, tanto central como autonómico, que están aplicado medidas que abocan, más bien, a lo contrario.

Falta conciencia colectiva, se están dando mensajes contradictorios, por un lado se denuncia, como es lógico, pero por otro no se dan facilidades, las mujeres cada día denuncian menos y son mayoritariamente por causas económicas, por falta de autono

mía económica, y así lo reconocen el 97% de las victimas diciendo que “el paro supone un freno para denunciar”,el año pasado sólo el 20% de las mujeres asesinadas habían denunciado. Según las últimas estadísticas 6 de cada 10 adolescentes han recibido mensajes machistas, acosadores o violentos de sus parejas a través de las redes sociales o el móvil, y no lo encuentran raro porque les pasa a todas. Estamos retrocediendo, no se puede normalizar un comportamiento profundamente machista y este mensaje no les llega a las mujeres jóvenes.
Aún así, desde el Ministerio de Justicia, con el ministro Gallardón a la cabeza, se desoyen las voces de prestigiosos y prestigiosas juristas en contra de la reforma del código penal, con medidas que no favorecen la desaparición de la violencia de género en nuestra sociedad, al contrario, eliminar determinados delitos y faltas, imponer tasas judiciales  etc. lo único que hace es poner trabas a las mujeres para denunciar por el miedo a que los agresores salgan impunes.

No podemos permitir que las cifras saquen los colores a una sociedad adormecida, 700 mujeres han sido asesinadas en la última década a manos de sus parejas o ex-parejas, hay que despertar, para eso tomar conciencia de la magnitud del tema y ponerle freno a algo que nos afecta a más de la mitad de la población española, basta de violencia, basta de asesinatos, porque queremos UNA SOCIEDAD LIBRE DE VIOLENCIA MACHISTA.

Trini Rincón.