El próximo lunes, en el pleno, el equipo de gobierno y el PAR van a aprobar que queden en el suelo del Torico 150 lucecicas, o mejor dicho, van a aprobar poner 150 lucecicas nuevas, que necesitan levantar la plaza otra vez para instalar los circuitos eléctricos correspondientes, que son distintos de los que hay ahora. Nos dice el equipo de gobierno que las luces que van a poner ahora son de garantía. ¿Dónde he oído eso yo antes?.

En la comisión del miércoles nos recordaron que el proyecto original del arquitecto era poner un material que acumulaba luz y por la noche la devolvía sin consumir energía. Véase Diario de Teruel de 17 de septiembre de 2005, y fue la DGA o sea Biel, quien dijo que de eso nada, que ahí lo mejor eran las luces incrustadas en el suelo. El enorme gasto, por tanto hay que achacarlo a la entonces vicepresidencia del gobierno, siempre tan dispuesta a lucirse con nuestro dinero.

Cada luz de las nuevas, blancas todas ellas, tiene un consumo aproximado de 7 watios, que multiplicado por las horas de funcionamiento resulta que tendremos aproximadamente un gasto en consumo eléctrico como el de una vivienda, de ese orden. No sé si a los lectores les parecerá mucho o poco, pero en tiempos de crisis todo hay que mirarlo.

Desde Izquierda Unida planteamos eliminar de una vez todas las luminarias y no poner otras nuevas. El concepto es el mismo de siempre: lo que debe resaltar no es el suelo, teniendo en la plaza edificios de mucho valor arquitectónico. Dejémonos de probatinas y vayamos a lo práctico y a lo barato.

Lo último que nos achaca el alcalde es querer ahorrar a la empresa el gasto de las nuevas luces, que van a ser por su cuenta, dicen. ¡Hay que ver!. Pues bien, lo que debemos hacer es no pagar a la empresa los millones de euros de un experimento fallido, o sea que deberíamos ahorrarnos una buena parte de esos dos millones de euros que han costado las luces que finalmente no van a estar colocadas. Eso sería lo justo. Es como si pagamos dos millones de euros por un coche mercedes, que finalmente no funciona, y luego nos conformamos con cambiarlo por una bicicleta.

Las nuevas luces van a servir de coartada para ocultar el fracaso del proyecto y para que parezca que la empresa nos ha compensado por el desastre. Así que no le demos excusas a la empresa, anúlense todas las luces que no funcionan, no pongamos luces nuevas, y recupérese el dinero que costaban las anteriores.