El gobierno municipal de Huesca, en lugar de paralizar la firma de la ampliación como instrumento de presión, premia a la empresa su persistencia en la precariedad laboral.

Izquierda Unida considera totalmente bochornoso que el Ayuntamiento de Huesca, conocedor de la precariedad laboral existente en FCC, así como del incumplimiento flagrante de las condiciones de salud e higiene en una de sus naves, haya ampliado el contrato con esta empresa sin tener en cuenta estas circunstancias, estando el conflicto laboral abierto en el seno de la empresa, que se resiste a mejorar las condiciones salariales de los trabajadores y existiendo una denuncia en la inspección de trabajo por el tema de salud e higiene.

El día 12 de marzo se celebraba la Comisión Extraordinaria de Medio Ambiente, en la que se analizaba el cumplimiento de esta empresa con las prescripciones establecidas en el contrato, y de esa comisión, en la que, a solicitud de IU, salió el acuerdo de realizar una inspección por parte del Ayuntamiento de las instalaciones donde se estaría incumpliendo la normativa en salud e higiene, además de exigir a la empresa la justificación de la ropa de trabajo que entrega a los trabajadores para realizar su trabajo para comprobar si en este aspecto estaba también incumpliendo.

descargaPese a todo ello, el gobierno municipal, al día siguiente, el día 13 de marzo, firma la ampliación de contrato que había estado siguiendo el trámite administrativo iniciado en diciembre.  Es decir, en lugar de apresurarse a inspeccionar y exigir a la empresa el cumplimiento de las condiciones laborales denunciado en la Comisión, lo que hace es apresurarse a firmar el contrato de ampliación con FCC.  En lugar de pedirle responsabilidades a la empresa, la premia con 100.000 euros más de contrato.

La actitud del gobierno municipal con este asunto, raya la incompetencia y la desfachatez. Incompetencia, porque por propio interés del Ayuntamiento en la buena prestación del servicio de limpieza viaria, no debería estar ampliando el contrato y dejando más parte del servicio municipal en manos de una empresa que tiene un conflicto laboral abierto bastante serio y flagrante que puede tener consecuencias negativas para la prestación. Desfachatez porque viene haciendo declaraciones continuamente en cuanto a su deseo de que FCC acuerde unas mejores condiciones laborales con los trabajadores, cuando en realidad, ni le importa nada, ni hace nada para ello.  La paralización de la firma de la ampliación de contrato podría haber sido una buena oportunidad de trasladar algo de presión real a la empresa, si de verdad les importasen las condiciones laborales y salariales de los trabajadores. Más aún, teniendo conocimiento del estado de las instalaciones en materia de salud laboral, debería haberse preocupado más por realizar la inspección cuanto antes y ver si procedía sanción en la forma legal establecida en el contrato que por firmar con tanta prisa la ampliación del contrato. Por ello, Ana Alós miente cuando dice interesarle las condiciones salariales de los trabajadores.

Esta es la realidad en el Ayuntamiento, premiar a las empresas que aplican precariedad por definición en lugar de tratar de evitarla. No sorprende porque en realidad esa es la filosofía en la que se ampara toda privatización.